ATENCIÓN ESTAS IMAGENES SON UN SPOILER DEL CAPITULO
Desde el primer instante en que hace aparición Stana Katic (la detective
Kate Beckett en la serie) me encandiló por completo. La manera en cómo se mueve
por el escenario, sus gestos, las miradas. En definitiva, la gran
interpretación que nos brinda Stana, hizo que me enamorase del personaje de
Kate Beckett.
Por otro lado tenemos al otro protagonista, Nathan Fillon (Richard
Castle) cuyo glamur, éxito, desparpajo y bravuconería hacen querer estar en su
piel.
El capitulo empieza con el asesinato de una joven. Su cuerpo es cubierto
por rosas rojas y dos girasoles tapan sus ojos. Beckett llega al escenario y se
encuentra con sus compañeros, Esposito y Ryan, que le dan los primeros datos.
Lanie Parish, la forense y amiga de Beckett, le informa sobre los dos agujeros
de bala en el cuerpo de la víctima. Beckett examina la puesta en escena del
crimen dándose cuenta que ya había "visto" esto antes (en realidad lo
ha leído en una novela).
Mientras en otro punto de la ciudad, la representante y ex-mujer del
escritor superventas Richard Castle, presentan el último libro de Castle, en
donde mata al protagonista poniendo fin a la saga Derek Storm.
Castle y su ex, discuten sobre la entrega del próximo libro, y esta le
cuenta que sabe que no ha escrito ni una línea. Castle va al encuentro de
Martha Rogers (su madre) y le reprocha que informase a su ex del bloqueo.
Castle se sincera con Alexis, su hija, y le confiesa que ha matado al prota del
libro porque todo ya era demasiado previsible y que está cansado de como lo
trata la gente.
La detective Beckett aparece y pide hablar de los crímenes con Castle en
comisaría. Beckett interroga a Castle y este hace alarde tanto de su faceta de
ligón, que desagrada a Kate, como de
experto en psicología criminal, que la impresiona. Beckett le muestra las fotos
de los dos asesinatos (Flores para tu tumba y El infierno no tiene furia).
Castle le pide una copia de las fotos de los asesinatos para enseñarlas a sus
colegas escritores superventas y fardar de tener un imitador. A Beckett la saca
de quicio.
La poli recoge toda la correspondencia de Castle para revisarla y buscar
a algún fan psicópata. Para sorpresa, horror y disgusto de Beckett; el capitán
Roy Montgomery, acepta el ofrecimiento de Castle para ayudarles con el caso.
Mientras Beckett y Castle examinan el correo, se vive la primera escena
de tensión. Castle hace el perfil de Beckett, deduciendo que algo en su pasado,
le había sucedido a alguien muy querido por Beckett para que esta acabase
siendo policía.
Beckett encuentra una pista en una carta, un dibujo de un cuerpo
cubierto de rosas y dos tulipanes sobre los ojos, con la frase "Esta es tu
tumba".
Castle usa su contacto, el alcalde que es un gran fan suyo, y consigue
que adelanten los resultados de la huella dactilar encontrada en la carta, a
una hora en lugar de tener que esperar una semana. Beckett le reprocha la
acción, cuando un detective los interrumpe con que ha ocurrido otro crimen.
Este ya es el tercero, Muerte de la Reina de la Graduación. Una mujer con un
cuchillo clavado en la espalda y bocabajo en una piscina. Beckett pide que
saquen el cuerpo del agua para que Lanie pueda examinarlo, y ordena a Castle
que no toque nada. Castle se acerca a la forense y se presenta. Lanie también
es una admiradora. Beckett arremete contra Castle y este hace alarde de sus
conocimientos forenses impresionando a Lanie y fastidiando a Beckett.
De regreso a comisaria informan a Beckett que tienen una coincidencia
con las huellas. El equipo táctico se prepara para el asalto al piso del
sospechoso, y Beckett ordena a Castle que se quede en el coche. Entran en el
piso y en principio está vacío. Beckett observa todos los indicios de obsesión
con los libros de Castle, recortes de los asesinatos. Ryan y Esposito llaman a
Beckett para que vea el altar con la foto de Castle en el centro. Este aparece
a sus espaldas diciendo "Escalofriante". Encuentran una pistola con
la misma munición del asesinato y la blusa con sangre y dos agujeros de bala.
Se escucha un ruido proveniente de un armario. El equipo entero se
dirige a él y encuentran al sospechoso, acurrucado y golpeándose (parece que
sufre un grave problema de desorden mental y cierto retraso). En comisaria
Beckett intenta interrogarlo pero el sospechoso se cierra. El capitán
Montgomery cree que ya tienen a su hombre y Beckett confirma que según los
médicos tiene graves problemas mentales y sufre alucinaciones. Logran
conectarlo con las victimas y dan el caso por cerrado. Pero Castle tiene el
presentimiento de que algo no encaja, ha sido demasiado fácil. Se reúne por la
noche con sus colegas superventas para la noche del póker y ellos le confirman
que esa historia para su novela no está bien, le hace falta el giro, alguien
que comete los crímenes e inculpa al sospechoso detenido por la poli. A la
mañana siguiente Castle está sentado en la mesa de Beckett leyendo un informe,
esta se altera y se dirige hacia él enfadada. Castle bromea y le da un regalo,
su último libro que todavía no está a la venta firmado y dedicado. A Beckett le
conmueve el detalle y Castle le da un beso en la mejilla como despedida. Kate
esta alucinada hasta que intuye juego sucio. Abre la carpeta y se da cuenta que
le ha robado información del caso. Castle está inspeccionando el informe cuando
Beckett y otros agentes lo detienen. Castle le da detalles de porque cree que
tienen al tipo equivocado. Martha, la madre de Castle, y Alexis su hija lo saca
de comisaria llegando a un acuerdo con Montgomery de que no interfiera más en
el caso.
Castle le cuenta a su hija y madre que la poli se equivoca y que va a
seguir investigando. Beckett re-examina las pruebas y llega a la misma
conclusión que Castle.
A la mañana siguiente Castle va a visitar al padre multimillonario de la
joven asesinada y Beckett aparece. Intenta excusarse pero a esta le parece
graciosa su torpeza y le invita a continuar con ella. La entrevista con el
padre fue corta por parte de Beckett, mientras Castle deambula por el despacho
e interrumpe a Beckett. Le pregunta acerca de su fortuna y de a quien iría a
parar si él muriese. Este responde que a la caridad y a sus hijos, en realidad
ahora a su único hijo. Abandonan el edificio y se produce otra situación
cómica. Castle quiere un perrito y deja a Beckett con la palabra en la boca y
preguntas sin contestar. Esta le agarra, lo gira y le retuerce la nariz.
"Manzana, manzana" grita Castle (referencia a palabra clave en las
prácticas de sadomasoquismo). Este le dice que el millonario se muere, todo
apunta a cáncer (perdida de peso, maquillaje y peluquín). Deciden ir a
investigar al hermano de la víctima. Lo interrogan y este le dice que tiene
cuartada para el asesinato de su hermana y de los otros dos, estaba de viaje.
Les muestra el pasaporte sellado. Castle se frustra, creía que era él. Beckett
le toma el pelo, pero al fin reconoce que es él. Ni siquiera ha preguntado las
fechas de los otros crímenes. Esposito y Ryan confirman la coarta, y Castle
lanza la teoría del segundo pasaporte. Utiliza el suyo para salir del país,
pero regresa con el falso para cometer los asesinatos. Beckett va a pedir una
orden de registro para buscarlo en el trabajo y casa del hermano. El juez es
amigo de Castle y mientras intentan
convencerlo de que firme la orden, Ryan y Esposito avisan a Beckett que el
sospechoso se dirige a su piso, para que se den prisa. Al fin le convencen para
que firme la orden.
El asesino se esta deshaciendo de las pruebas que lo pueden incriminar.
Beckett le dice a Castle que no le va a dejar entrar sin ir armado, y le dice
que coja el arma que hay en su guantera. Castle emocionado, entra en el coche y
la busca, pero no la encuentra. Beckett aprovecha la ocasión y lo esposa al
vehículo. Esta se sale con la suya y los detectives se ríen aunque Castle se
mosquea. Saca una llave de esposas de su cartera pero se le cae.
Kate se identifica y pide que abra para el registro, pero el hermano
destruye el pasaporte en una destructora de papel y recoge la bolsa con el
confeti. Huye por las escaleras de incendios. Castle consigue recoger la llave
quitándose el zapato y el calcetín cuando ve al asesino. Beckett y el equipo
entran al piso y lo encuentran vacio. Kate recibe una llamada de Castle y le
dice por donde está escapando. Beckett lo persigue y Castle, libre y con un pie
descalzo y el zapato en la mano sale corriendo tras este. Beckett le grita a
Castle que se detenga, los persigue pero llega al final del callejón y no ve a
ninguno de los dos. Castle es tomado como rehén por el hermano. Ante la
situación crítica Castle intenta distraerlo pero parece que solo lo enfurece
más y Beckett le pide que se calle. Pero este persiste hasta que lo pilla
desprevenido y le da un codazo en la nariz tumbándolo. Beckett lo inmoviliza y
le pide a Castle que le de las esposas para arrestarlo, mientras este está
eufórico por su actuación. Kate le reprocha que se haya puesto en peligro de
una manera tan absurda y arriesgada, pero Castle le dice que el seguro de la
pistola a esta puesto todo el tiempo.
Beckett se acerca a Castle una vez detenido y puesto en custodia al asesino,
para despedirse.
Beckett:- Bueno, supongo que eso es todo.
Castle: -Bueno, no tiene que serlo. Uh, vamos a cenar, podríamos
interrogarnos el uno al otro.
Beckett: -¿Porque, Castle? ¿Para que pueda ser otra de tus conquistas?
Castle: -O yo podría ser uno de los tuyos.
Beckett: -Fue agradable conocerte, Castle.
Castle: -Es una lástima. Hubiera sido genial
Beckett: -No tienes idea. ((Gran momento de seducción por parte de Stana
Katic.))
Al día siguiente el capitán Montgomery llama a Beckett al despacho. Le
comenta que tiene un admirador, Castle. Y le cuenta que va a seguirla porque ha
encontrada a la protagonista de su próxima serie de novelas. Una mujer dura
pero inteligente. Beckett protesta, pero como Castle ayudó a resolver el caso y
es amigo del alcalde es un caso perdido. Kate se verá obligada a cargar con
Castle.
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